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miércoles, 14 de septiembre de 2022

CARLOS BETANCOURT, EL REVOLUCIONARIO DE LA LUCHA ARMADA







Luís Alberto Ramírez


I. 

Un tramo más de la vida y en su ausencia hoy recordaremos el trago amargo de la despedida. Hace un año, al sur del estado Sucre y cerca de Cumaná, en la zona montañosa de la serranía de Turimiquire,  el  canto revolucionario y un rosario de palabras conmovedoras acompañaron  la despedida a Carlos Betancourt.  En la misma se presentó el Abel de la independencia americana, Antonio José de Sucre, imponente sobre una meseta cubierta de matorrales.  La brisa moviendo los árboles   en lo más alto de la montaña fué  signo de su presencia; un baquiano de los tiempos del frente guerrillero, con su vista ya oscurecida por el tiempo pero con la gran imaginación oriental interpretó el movimiento brusco de los árboles, del polvo que se levantó entre las hojas elevadas por el viento  y dijo: ¡bajó el sable!, ¡bajó el sable! ¡Coño!.  Y frente al rostro solemne de los presentes,  siguió una voz femenina: ¡Dio la orden! ¡Carajo!;  enseguida  las cenizas del histórico guerrillero fueron elevadas por la impetuosa brisa; esparciéndose en

la manigua de la serranía oriental. 


Gerónimo se fue abrazado al espíritu de la crítica radical que comenzó a practicar desde temprana edad. En una de sus entrevistas a la prensa reivindicó  la crítica radical insurreccional. En una oportunidad sentenció,  "Déjame decirte que alcaldes, gobernadores y ministros que antes andaban en alpargatas y bicicleta hoy tienen carros de lujo, cuentas bancarias, amantes y reparten contratos a sus amigos". Nunca se traicionó a sí mismo "ni por favores, ni por alabanzas" (Foscolo, U).  En el momento de su partida vivió el desgarro de la vida social del pueblo trabajador que se había convertido en una úlcera escamoteada de propaganda. 


El discurso del bloqueo económico terminó siendo una mitificación de la realidad, una terminología cuasi religiosa para domesticar a los plebeyos, mientras los mandos políticos y los propietarios capitalistas se reinstalaron como unidad al mando entre el  poder político de Estado y el poder del capital para que,  de ese modo,  la burguesía roja cumpliera el fallo: Organizar 'la cosa estatal',como  'estado del capital'. 

Como  refiere la nota de prensa, Gerónimo a su edad y después de haberse cruzado en las fragua de la historia no se encierra "al divino placer de pensar su vida", él se reivindicó en las palabras memorables de su compañero de lucha Douglas Bravo quien  ante una asamblea de militantes realizada en Caracas, en el año 2000,  comenzó diciendo "los guerrilleros como las profesiones liberales de abogados y médicos, jamás se retiran, nunca se jubilan", todos se sintieron representados en sus palabras y la ovación fué estruendosa. 


II. 

Un año después de su partida y como Ulises el  de Homero, el legendario "Gerónimo" vuelve para ser homenajeado en las "tierras de Itaca". En cualquier lugar de Venezuela, cada 08 de septiembre regresa para ser recordado en la firmeza de sus principios. El padeció hasta los últimos minutos con el calvario de su pueblo al ver la siempre Revolución  Traicionada.

La diferencia entre la traición de 1959 y la del presente es notable; el movimiento popular y obrero de 1960 se enfrentó a un gobierno que se reclamaba ser la representación política del bloque burgués en poder.  El agua era clara y revelaba a los tiburones blancos en el poder. Hoy el gobierno es la representación de los nuevos codiciosos, pero decorados entre las pliegues de las banderas del socialismo, Si  esta es su diferencia, cuál es su unidad; ambos gobiernos fueron y son productos Made in USA.   

Un testimonio de la memoria colectiva nos narra "el destacamento revolucionario se interna en la  serranía de Turimiquire, Carlos Betancourt viene a sentarse debajo de un árbol frondoso y escuchando la risa del riachuelo sobre las piedras, recordó el ¡ay! con el que el general uniformado y aguerrido de la independencia despidió el cuerpo  traspasado por el plomo enemigo, su melancolía vio   deslizar sobre el fusil una gota de  sangre blanca", Carlos era un oriental sobrado de generosidad. 


III. 

Las primeras "guerras de guerrillas" al oriente del país nacieron del cerebro estratégico del independentista Antonio José de Sucre, la idea  sorprendió al General Bermúdez, pero al final los argumentos del muchacho cumanés lo convencieron. La guerrilla operaba en grupúsculos, en lo más intrincado de los bosques.  150 años después y en homenaje al Mao Tse Tung de nuestra independencia, en oriente se organizó el Frente Guerrillero Antonio José de Sucre.   Después de la Guerra Federal fue uno de lo más aguerridos de los alzados  en armas del siglo XX. El desarrollo de un movimiento popular autónomo, el movimiento de la independencia de clase de los trabajadores contaba con su eslabón estratégico, una fuerza militar autónoma. Carlos,  además de contribuir a promover una propuesta desde la  izquierda, se cuenta entre uno de los principales iniciadores de la lucha armada. Abrazó su fusil, se fue  al monte y en poco tiempo se ganó el reconocimiento  convirtiéndose en jefe político,   comandante militar. Probó sus verdades en la vida práctica y fué reconocido  por su autoridad moral.  Porque como él mismo lo repetía,  para hablar de revolución se necesita autoridad moral; tanto en la paz como en la guerra, sin esta ametralladora de la virtud en el sujeto político, no hay fusiles que valgan. 


IV. 

A mitad de 1965,  Carlos Betancourt ratifica a los alzados en armas con un "seguiré echándole bolas", mientras que  la jerárquica  Dirección Nacional del MIR  terminaba, según sus propias palabras,  en una 'habladera de pendejadas'. Ese año inicia la crisis interna y el MIR pasa a ser comandado por varios centros de dirección, lo que bien se denominó como policentrismo.  El  MIR pasa a la legalidad, y en oriente la lucha armada encontró su nueva encarnación política y militar.  El gobierno intenta enjambrar. 


Las nacientes subjetividades en lucha se reconocen en las  nuevas causas de la  historia, el impulso histórico  se combina entre  el  proletariado en lucha, el movimiento campesino y el movimiento estudiantil; el paño de la historia comenzó a tejerse desde los hilos de las iras populares. En ese marco los  desempleados fueron el eslabón clave del barrio; en Caracas, el barrio se convirtió en el poder revolucionario del campo político desde 1959, de su tejido social emergió  el carácter insurreccional de las protestas populares contra el gobierno hasta finales de 1960; la posibilidad insurreccional se dibujó en la muchachada del MIR y de la Juventud Comunista, ambas fuerzas vieron el espiral histórico en desarrollo, pero antes de que cobrará cuerpo el pulpo popular, el gobierno actuó:  ¡Disparen primero y averigüen después!,  Rómulo Betancourt como bestia enfurecida reprimió y la juventud se alzó con el brillo de las armas. La  escalada represiva contra la militancia de marxistas y cristianos de  izquierda encontró la fuerza intrépida desde el desgarro y el movimiento revolucionario latinoamericano  demostró lo decoroso de su resolución, alzarse en armas no fue opción caprichosa, fue una 'necesidad histórica'. 


V. 

Carlos Betancourt y la brigada que le acompañaba apostaron a "seguir echándole bolas" y el frente guerrillero 'Antonio José de Sucre' cobró  impulso  contra la oligarquía bancaria, comercial y terrateniente.  Desde las montañas de oriente con  Américo Silva, Carlos Betancourt y  los campesinos de oriente resonó el verbo de una Revolución Socialista.  Carlos Betancourt y su equipo más cercano  se convirtieron en poco tiempo en unos alzados contra todos; de su iniciativa surgió una bandera orgánica de fuerzas y con la nueva organización emularon su compromiso desde el frente guerrillero, desde la cárcel, desde el movimiento universitario, obrero y campesino.  Con la fuga más espectacular de presos políticos  de izquierda en 1975 , moralizaron a la militancia, con su audacia dejaron el testimonio de que quien se atreve a cruzar el rubicón hace leyenda.   Aquí podemos sentenciar que un militante revolucionario enfrentado al poder es un sujeto épico, mientras que un cómodo a la sombras del poder pierde la impetuosidad y en consecuencia resulta un poeta envilecido doblado a mortaja. 


VI. 

Si queremos tener una idea de Carlos Betancourt como mentor revolucionario debemos  reivindicar la virtud histórica de la "izquierdita".  AD gana las elecciones en 1959 y tras su giro a la derecha,  un grupo de jóvenes entre los cuales se cuentan a Américo Silva, Julio Escalona, Tito González Heredia, Jesús Márquez Finol -Motilon- , Moisés Moleiro y Carlos Betancourt, se autodenominan "la izquierdita". En corto tiempo su propósito adquiere proyecciones históricas, el grupo de jóvenes se convirtió en grano de la dialéctica al dar significado al sentido histórico del movimiento  de masas hacia la izquierda; la división del partido en el gobierno ya se había convertido en una necesidad, la movilización colectiva de la calle contra el gobierno era la configuración de 'un gobierno de masas' que presionaba para enfrentar la violencia y los discursos gangsteriles del poder; entonces el riachuelo de la izquierdita se sintió retratado en las fuerzas del Río Magdalena.  Domingo Alberto Rangel, Simon Sáez Mérida entre otros, eran los más viejos entre otros y venían marcados por la esperanza, pero en las juventudes se agitaban las furias irreverentes de la redención. 


VII. 

La chispa hizo llamas por cuanto el contexto favoreció el incendio de la pradera, una caracterización de las subjetividades en lucha se encuentra la pasión juvenil, la otra dirección moral e intelectual hacia  socialismo, y el calentamiento de las subjetividades populares. Eran ciertamente las condiciones subjetivas de una 'nueva situación en la situación'. Claro está si no se combinan, si no se producen las determinaciones objetivas, el antagonismo entre las clases presiona la calle, pero no adquieren el fervor revolucionario de toda crisis de  gobernanza. Las movilizaciones obreras, estudiantiles y campesinas dieron forma a la  insurrección popular y en ese orden "la situación revolucionaria" estuvo varias veces como crepúsculo en los tejidos de la historia. Un empate estratégico de fuerzas se desplegaba como un rizoma en el campo político, no el escenario nominal de las declaraciones, es el "campo político" donde las prácticas de las clases desarrollaron conflictos y disputas en las  relaciones de poder. En consecuencia era en la calle, en el sindicato, en las Universidades, en las juntas de barrios, en las ligas campesinas, en conclusión el gobierno tenía el poder de las bayonetas, pero como había perdido la calle, el momento era de disputa hegemónica del Estado, entre la burguesía y proletariado venezolano, en sentido leninista la burguesía ya tenía el control de los aparatos del estado. 


VIII. 

El gobierno de 1959 debutó con una gestión antiobrera, antipopular. La trinidad era salarios de hambre, cárcel y cruel represión, la historia no se repite, pero rima. Aquel y otros gobiernos resultaron ser  la representación política de  la democracia burguesa, la sociedad se dividirá entre un sector acaudalado  en el poder y un movimiento popular y revolucionario insurgente; allí el joven revolucionario,  ya militante del MiR, recordó a las palabras bíblicas de su maestra oriental, "dales poder y los conoceréis" Cualquier parecido con el presente no es una casualidad de la historia, las mismas estructuras, otros hombres con las  mismas representaciones deplorables, nuevos personajes con un discurso prostituido. Pocas veces se combinó que el brillo de las armas viniera acompañado de la pluma y la densidad intelectual. Una Fuerza Militar Autónoma, una fuerza política beligerante era la emoción juvenil y la razón materialista bailando en la misma pieza de la historia. Fue la única vez, en 80 años, que la izquierda fue  Insurreccional con letras mayúsculas, al intentar disputarle a la burguesía el poder. Si del MIR se bebía el cáliz de la emoción juvenil, del PCV era el brebaje más dotado en disciplina y organización. "El partido había saboreado el néctar divino, había sido un partido de masas a diferencia de otros partidos de América latina, mundialmente fue reconocida su condición de opción de poder" (Maneiro, A) 


IX. 

En el proceso de la Revolución Bolivariana, Carlos Betancourt convoca al empuje de los comuneros, su corriente política e ideológica ya venía de reconocerse en el labrado de las vivencias comunitarias, quien no es comunista de vivencias, no  tiene autoridad moral para reivindicarse desde las tradiciones socialistas. Cuando las condiciones políticas cambiaron en 1999, no eligió   la reserva del descanso y  en la coyuntura la del 2002, estaba dispuesto a reclamar una parte del plomo ante la inminente crisis provocada por la insurrección popular de abril del 2002. 


X

Gerónimo,  el estratega militar, el pensador político revolucionario era un apasionado de la Comuna de París, de sus consignas, de su programa y sus resoluciones. Una discusión seria con Carlos Betancourt sobre el problema del Estado pasaba por la potencia movilizadora del poder revolucionario y las enseñanzas de control territorial de la Comuna. Una revolución que en su espíritu no porte las enseñanzas de la Comuna de París, es una vulgar comedia de sostenerse con la historia decorosa del pasado, gozar de todas las ventajas del poder y dormitar en las huestes del 'estado del capital', mientras se "tiene a los fieles 

sobrecogidos por el espectáculo de la música, el incienso y el boato" (Tolstoi). 


XI. 

Al final quién fue Carlos Betancourt, el sable decoroso de la historia, el siempre joven irreverente que no renegó de su pasado en armas, el hombre leal a sus convicciones, celoso de su dignidad  y  uno de los pocos que como Carlos Lanz, Américo Silva, Tito González Heredia, Alfredo Maneiro son referentes morales en la fragua de la historia.  A sus vidas memorables y la de todos los caídos hoy recordamos como la siempre y necesaria reserva moral de la memoria colectiva, para sentenciar ante los futuros tribunales de la historia: "¡Que muera cualquier cosa, menos los principios!". 


¡La Revolución no ha terminado, viva la revolución continental! .  


Luís A Ramírez 

lramirezveliz12@gmail.com.

0424-496 56 60

Twitter@LuisAlb32398830. 



Fuentes. 


a) Domingo Alberto Rangel, en la Venezuela del siglo XX, Aporte teórico político. El metadiscurso en la historia. Francisco Jiménez Castillo. 


b) Lucha Armada en Venezuela

Apuntes sobre guerra de guerrillas venezolanas

en el contexto de la Guerra Fría (1959-1979), y el rescate de los desaparecidos

2006. Pedro Pablo Linárez 


c) Entrevista a Alfredo Maneiro.Iván Loscher, Alfredo Maneiro. Notas Políticas.


d) Las tres divisiones de AD, Papeles de Archivo, Cuadernos de Divulgación Histórica, Edición centauro 1987.


e) La izquierda revolucionaria insurge, la lucha armada. Agustín Blanco Muñoz. Ediciones UCV Faces 1983.


e) La lucha armada, hablan tres comandantes. Agustín Blanco Muñoz. Ediciones UCV Faces 1982.


f) Los hombres de la revolución francesa, Madelin Louise